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El metamerismo, ¿Qué es?

  • Foto del escritor: Mauricio Zarricueta
    Mauricio Zarricueta
  • 12 feb 2018
  • 5 Min. de lectura




¿Recuerdan aquella foto del vestido que al parecer cambiaba de color? ¿Por qué cambia de color?. El culpable no es ese tal Murphy sino otro colega suyo llamado metamerismo.


El “metamerismo” es la palabra que utilizamos cuando dos muestras dan la apariencia de tener un color idéntico bajo unas circunstancias específicas pero esa similitud desaparece cuando los comparamos bajo otras condiciones como la iluminación, ángulo de visión, observador o campo.


¿Por qué hablo de metamerismo? Pues porque este fenómeno es el principal motivo de la gestión del color. Mediante todos esos complicados – y caros – mecanismos de gestión de color, lo que conseguimos finalmente, si lo hacemos todo bien, es que el color de nuestra imagen RGB sea metamérico con el de la copia impresa.


Como ya saben, lo que produce el color de los objetos no es más que la parte del espectro lumínico que no es capaz de absorber y por tanto refleja. Entonces, es bastante lógico que a su vez ese color (tono y luminosidad) dependa de la fuente de luz que incide sobre el objeto, y así es. Nunca veremos del mismo color una manzana iluminada con la luz del sol a las 12 del mediodía que por una vela o una bombilla de tungsteno, por ejemplo. A esto se le llama inconstancia de color.


Digamos que cada objeto tiene una reflectancia espectral y que, en función de la fuente de luz que incida en él, devolverá reflejada la parte de toda esa luz aplicada que no es capaz de absorber. Por esto, los objetos capaces de absorber prácticamente la totalidad del espectro los vemos negros y, por el contrario, aquellos que no absorben ningún color se muestran blancos a nuestros ojos.


Hay varios tipo de metamerismo, aunque el más famoso es el primero, que va al hilo continuando con lo que estamos hablando de esa relación entre fuente de luz y el color pero vamos a verlo.



La inconstancia del color, quebradero de cabeza para fotógrafos y artistas gráficos.





Como les digo, éste es el tipo de metamerismo que todo el mundo entiende cuando hablamos de esta palabra, y se produce cuando observamos dos objetos que aún teniendo un espectro de reflexión diferente aparecen del mismo color cuando los vemos con una luz determinada, sin embargo no coinciden cuando la luz es otra diferente.


Es decir, que bajo unas condiciones lumínicas concretas se ven exactamente del mismo color, pero en cambio con otra fuente de luz vemos que son diferentes (incluso pueden llegar a ser realmente muy diferentes).


Esto es el ejemplo que les ponía de combinar ropa, ya que con la iluminación de la tienda puede que veamos dos prendas de un color igual o prácticamente igual y, en cambio, cuando las vemos a la luz natural o bajo una iluminación con bombillas “luz día” ser claramente de colores mucho más diferenciados.




Este otro tipo de metamerismo es parecido, pero en lugar de ocurrir debido a la fuente de luz lo hace debido al ángulo de visión, es decir que dos objetos podrán percibirse iguales si se observan en un determinado ángulo de visión pero no cuando lo variamos.

Lógicamente, este fenómeno sólo es posible en objetos y materiales cuyo espectro de reflectancia es dependiente del ángulo de visión, ya que de otro modo no habría variación en este sentido y sólo podrían darse los otros tipos de metamerismo.

Por supuesto, también nos podemos encontrar en la práctica con una combinación de metamerismo geométrico y de iluminancia.


Por supuesto, la interpretación que hace nuestro cerebro de lo que vemos también nos puede jugar malas pasadas (y por eso en fotografía utilizamos la colorimetría), pero además de eso entre individuos también puede haber ciertas diferencias físicas (número de conos y bastones en nuestras retinas) que ocasione que dos individuos distintos, aún bajo las mismas condiciones lumínicas, perciban de manera distinta los colores e incluso uno de ellos sea capaz de ver los objetos metaméricos como diferentes y el otro no pueda distinguirlos.

Esto además suele generar pequeños debates cuando se da el caso y asombro mutuo entre los observadores, así que la próxima vez que se vean envueltos en una discusión de este tipo y quieran zanjarla recomiendo que expliquen este tipo de metamerismo a al otro individuo, seguro que no lo sabían y comprenden por qué cada uno lo ve diferente.




Este último tipo también se refiere a cuestiones biológicas del observador, pero no a las diferencias entre individuos sino a las limitaciones de la visión humana.


El metamerismo de campo ocurre debido a que la distribución de las células fotosensibles (conos y bastones) también varía en función de su posición dentro de la retina – esto está relacionado con la visión periférica y las condiciones lumínicas del planeta, herencia de la evolución como cazadores y supervivientes -, por lo cual dependiendo del tamaño y la proximidad de un objeto éste será captado en una zona de la retina que puede ser mayor o menor, en una zona más central o más extrema, interviniendo en su captación diferentes proporciones de conos y bastones.


¿Qué provoca esto? Que haya longitudes de onda de un mismo objeto que percibimos o no en función de su tamaño y de su cercanía. Así, puede ocurrir metamerismo derivado de esta condición del ojo humano y percibir, por ejemplo, dos objetos como si fuesen del mismo color a una distancia y tamaño determinados mientras que a otra distancia – o en otros tamaños – sí somos capaces de distinguirlos como colores diferentes.




Y por último, como siempre que se habla de metamerismo, no confundamos este fenómeno con la mencionada constancia (o inconstancia) de color. Es simplemente un tema de corrección en la nomenclatura, pero ten en cuenta que el primero se refiere siempre a la confusión de dos objetos entre sí, mientras que el segundo se refiere a las propiedades de un único objeto.


Dos colores, o mejor dicho dos objetos o muestras, se consideran metaméricos cuando son susceptibles de provocar algún tipo de metamerismo. Lo que tratamos de conseguir en fotografía y especialmente en la digital – salvo en casos creativos claro está – es de dar los pasos necesarios para que nuestra imagen final (ya sea en copia física o en digital) se corresponda metaméricamente con la escena original y bajo su luz existente o deseada, acá es donde son necesarias nuestras herramientas para corregir y evitar estas confusiones con la percepción de colores, tabla color checker, calibrador de monitor y monitor con amplio rango de reproducción del espectro Adobe RGB 1998, y para su reproducción física una impresora capaz de esto.


Espero que el conocer y reflexionar sobre el metamerismo les permita seguir avanzando en una de las principales áreas de la fotografía, el color. ¿Les ha ocurrido recientemente alguna situación de colores metaméricos?



 
 
 

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